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Marilyn Studio

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    pulsoinformativo7
  • 5 ago 2023
  • 2 Min. de lectura

Autor: Elizabeth Suing

María Guzmán, madre y mujer emprendedora “Hay que confiar en el instinto, aunque se tenga miedo”


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María, madre de familia de 45 años, Lojana de nacimiento, pero quiteña de corazón, nos abre las puertas de su hogar en la parroquia San Antonio de Pichincha y nos enseña cómo surgió a través del tiempo con su negocio y como es de ayuda para la sustentabilidad de su hogar.


María Guzmán, antes de la pandemia de COVID-19, trabajaba como dependiente de una cadena de peluquerías muy conocidas en Quito, llamada “Tijera loca”, con la llegada del coronavirus, fueron despedidos y los locales cerraron de manera permanente, obligando a muchos a buscar otras fuentes de ingresos, entre ellos a María que por su carisma y gran experiencia, ha conseguido abrirse camino en el mundo de la belleza. Su motivación le permitió tomar el camino del emprendimiento, como ella lo dice “Mis clientes han sido mi inspiración, ellos me buscaban para que les realice cualquier trabajo de belleza y haberme quedado sin trabajo, fue lo que me inspiró a iniciar mi propio negocio”.


Cuando empezó la pandemia, arrancó con servicios a domicilio y poco a poco fue organizando un espacio en su casa para que otras personas vayan a realizarse cualquier tratamiento específico, es así como después de que el COE Nacional levantara las restricciones, ella adquiere su propio local, que no fue nada fácil, porque los arrendatarios subieron extraordinariamente el valor de los arriendos, para recuperar de cierta manera lo que perdieron durante el período de encierro.


Su establecimiento ubicado en Llano Chico, al cual le dedica 12 horas al día, a pesar de ser cansado, no todos los días son los mismos, a veces no hay mucha afluencia de clientes y en otros días le falta horas y manos para continuar con sus labores.


Nada es perfecto como lo manifiesta, los inicios fueron sacrificados para poder conseguir todos los muebles y enseres, los productos para los tratamientos, etc. Al ser encargada de una de las peluquerías los distribuidores llegaron a conocerla y al momento de montar su propio salón de belleza le ayudaron con el material dejándole a crédito, para que pueda cancelar conforme su negocio vaya creciendo, de esa manera aprovechó cada oportunidad que la vida le brindo.


María nos enseña que no hay camino complicado, que la perseverancia no logre alcanzar, “siempre el inicio será difícil, pero cuando exista la confianza en uno mismo se logrará cosas maravillosas e inimaginables”. Es así como nos deja un mensaje de firmeza, lucha, amor y motiva a otras mujeres que están pensando en iniciar su negocio que lo ejecuten por más pequeño que esté sea, empoderando siempre su entorno.


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